Anna Karenina es el personaje principal de la novela de León Tolstoi del mismo nombre, que vive una historia de amor con final trágico. Esa historia de amor llena de felicidad se verá empañada por el desprecio de la sociedad debido a esta relación fuera de las normas establecidas. La novela cuenta una historia intima y
melancólica.
Las ilustraciones se han creado a través de la fusión de los conceptos de varios referentes. Algunos de ellos han servido de influencia para crear la figura y la composición y de otros se ha reproducido su técnica.
Para la composición y creación de la figura la principal referencia ha sido Erté, un ilustrador ruso nacionalizado francés que nació a finales del siglo XIX, y estuvo en activo desde 1912 hasta 1974, convirtiéndose en uno de los máximos representantes del art decó. También se han investigado otros coetáneos suyos como Umberto Brunelleschi, George Lepape y Helen Dryden. El art decó se caracteriza por su carencia de perspectiva, colores planos, figuras esquemáticas y desproporcionadas y detalles a modo de pattern. 
Se han tenido diferentes referentes gráficos para cada una de las técnicas. La técnica más fiel a la referencia de Erté ha sido la de rotulador. La técnica de lápiz a tenido tres referencias claras: Jean de Brunhoff, A.A. Milne y J.R.R. Tolkien, que se caracterizan por sus trazados inseguros a lápiz con líneas poco firmes a modo casi de boceto, mezclado con acuarelas. El trabajo de silueta se hizo con la técnica de papel cortado también llamado “scherenschnitte” que en alemán significa «corte con tijeras» y también puede traducirse como «silueta». La principal influencia ha sido una ilustradora cubana afincada en los Ángeles llamada Elsa Mora, también conocida como “Elsita”.
Para unificar las cuatro técnicas de forma más coherente se a optado por restringir los colores a blanco, negro, carmesí y turquesa. El resultado final son cuatro ilustraciones distintas pero con una concordancia entre sí.